el marino que perdió el mar

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martes, 26 de febrero de 2013

Albariño

Albariño

Es curioso constatar que el vino albariño se cultiva en lugares, subzonas, en donde no existe industria que ocupe la mano de obra del lugar

Es una ley de compensación territorial no decidida por políticos sino de manera natural

Seguramente el albariño es el producto que mejor representa a las rías baixas gallegas en lo tocante a productos terrestres

LLegado por los monjes de Cluny, esto es lo que se supone, durante muchos años se mantuvo como vino doméstico hasta que su calidad, el marketing y una exquisita elaboración lo convirtieron en uno de los blancos más cotizados del mundo

De poner algún pero tendríamos que decir que el boom del albariño supuso la desaparición de muchas cepas de vino autóctono nada despreciables

La Fiesta del Albariño, las exportaciones selectivas y un cuidado en la propia estética de las bodegas han conseguido lo que otros vinos, con mucha más historia no hicieron

Si se sabe conservar la calidad actual, y no hay por que dudarlo, el albariño seguirá siendo un estandarte y un modelo a seguir por otros productos y es que aún tenemos que aceptar la idea que no es suficiente que el producto sea bueno sino que debemos proclamarlo, saber transmitirlo y reconocer que la técnica de elaboración unida a un trabajo importantísimo de marketing han conseguido colocar al albariño en su puesto prominente

Que siga así

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