el marino que perdió el mar

el marino que perdió el mar

jueves, 20 de noviembre de 2014

Construí mi casa ...


Construí mi casa entre carballos
Procuré respetar el mayor número de ellos, todos los que pude, modificando el replanteo de la vivienda en función de ellos
Quedaron unos y llevaron para trasplantar otros
Por cierto, quien me vendió el terreno se apresuró, antes de cerrar la operación en cortar dos o tres de los más viejos
Cuando comenzaron las obras, los vecinos, antigüos agricultores (hoy unicamente con viñedos) me aconsejaron:
- Los carballos (robles) son árboles improductivos
- Asombran (tapan la luz) a los otros cultivos
- Tardan en crecer para poder cortarlos

No soy quien de juzgar años y experiencia de estas gentes
pero...
prefiero un carballo a una ristra de otros cultivos
no pienso en ellos como madera
precisamente quiero que "asombren"

Pasaron varios años
y ...
los carballos están preciosos rodeando la casa y proporcionando una inapreciable sombra cuando en verano las temperaturas en la finca son muy altas

Los vecinos me miran y no me dicen nada
a la cara
sabe dios que dirán entre ellos

Si vendo casa y terreno me dan ganas de incluir una condición: que respeten los carballos
Así de simple

No hay comentarios:

Publicar un comentario