Después de muchos días
de nuevo
apareció la Luna
Bajó tanto
quizás deseosa de compañía
que quedó atrapada entre las ramas del roble más cercano de mi casa
Desde la ventana
enfrente de la cabecera de mi cama
pude comprobar como no se movió en toda la noche
Al alba
quedé dormido contemplándola
y aprovechó para huir
Puedo jurarlo
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarEste comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminar