Se ha demostrado la...

Se ha demostrado la existencia, en las profundidades, del calamar gigante, el kraken de los antiguos mareantes. Ese animal que puede medir hasta 18 metros de longitud desde la cabeza al final de sus tentáculos. Es extraño que ese animal fuese temido en el mar?. Que nos parecería nadar a su lado?. Es cierto que su habitat está en las profundidades abisales pero, fue siempre así?

Caemos en el mismo error que los viejos navegantes. Ellos, por exageración le atribuían al calamar gigante horrores sin parangón, captura de tripulantes con sus tentáculos. Despues el mito. Imagino que bastase que algún marinero no demasiado sereno presenciase la caída al mar de un colega para crear una historia que con el paso de los años, tabernas y versiones se convirtiría en leyenda

Nuestro error es el del excepticismo exagerado. Tenemos que ver a estos monstruos del mar, por lo menos en cuanto a su tamaño, para admitir su existencia.

Ahora, cuando cientificamente se ha comprobado su existencia, se nos queda la cara de tontos.

Es curioso que mientras descubrimos nuevas galaxias en el remoto universo aún no conozcamos todo lo que existe en el fondo de los mares.

Fueron raras y poco creibles las descripciones que en su día se hicieron de otros monstruos relacionados con el agua. Behemot y Leviatán son dos ejemplos. El primero por su rareza, podía vivir tanto en tierra como en el agua, muy agresivo. Se imaginan de quien estamos hablando?. Del hipopótamo. Y, aunque les parezca gracioso sigue siendo en la actualidad uno de los monstruos que mata a más humanos. El otro, Leviatán. Simplemente imagínense en una piscina con una orca, por algo llamada "ballena asesina" aunque no se trate de un cetáceo sino de un delfínido...

Pasan los siglos. Nos reimos de nuestros predecesores y sinembargo...

Que grande es la estupidez entre los humanos.

No se asombren y mucho menos no pongan cara de incrédulos si mañana algún pescador de bajura, un sumarinista o un romántico fondeado en su velero mirando la Luna jura que ha visto surgir por una de las bocas de la ría, pegadito a Cies, un mostruo marino que por razón del cambio climático y de los océanos sale a la superficie por error o por ver que pasa.