el marino que perdió el mar

el marino que perdió el mar

domingo, 11 de enero de 2015

Sucedió esta mañana ...


Sucedió esta mañana de domingo (11-1-15)
Quien lea cuanto sigue podrá pensar que es un cuento, algo inventado bajo el amparo del anonnimato que propicia un blog
No tengo necesidad de mentir, ¿ para qué?

Volvía con Nem ( mi compañero canino ) de mi paseo madrugador. Eran las 9 y poco
Ya en la carretera cerca de mi casa, enfrente, apareció un ciclista solitario. No es nada raro un domingo aunque lo es más a esta hora y solo. Con todo, nada de particular
Yo traía a Nem por la correa
Él se paró
Echó pie a tierra y se quedó mirándome
Me desconcertó porque Nem ni ladró ni se inmutó con su presencia
Iba a decirle que no temiera nada, que no era agresivo y que venía atado cuando me fijé en él. Un estremecimiento me dejó helado. Su rostro, blanco-rosado con una pizca de moreno. Sus ojos inquisitores e inteligentes, su cuerpo, incluso la manera de vestir, su gorro de lana ... todo, todo! era idéntico a mi amigo J
No pude articular palabra ni se el tiempo que pasó
El, tampoco dijo nada. Subió de nuevo en la bici y pasó rozándome

Predisposición. Imaginación. Amor al amigo ausente ... no me atrevo a definir el episodio pero delante de un tribunal juraría que era él

Vivo en una parroquía del interior, lejos del mar
La última vez que lo ví fue el 9 de marzo del pasado año
Dicen que se ahogó
Nunca vi su cadáver pero todos me dicen que está muerto

No se que creer

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