el marino que perdió el mar

el marino que perdió el mar

domingo, 11 de septiembre de 2011

La isla de los marinos de mierda (Una vez...)

Una vez amé.
Locamente.
Si.
Locamente.
Lo hubiera dado todo.
Todo.
El aire de mis pulmones. Mis riñones. Mi sangre a borbotones o congelada. Mi libro preferido.Mi sueño inconfesable. La secuencia del grupo de ballenas en en Índico. El encuentro con mi casa imaginada en Azores. La visión zenital desde Table Montain. La mirada inquieta de mi perro antes del paseo por el río. Summertime en el metro de Londres, con saxo. Los ojos redondos de un lobo de mar alimentado a popa del pesquero. Una gran tormenta eléctrica de noche en medio del Atlántico. Una partida de poker de noche entera con amigos que ya no ejercen. El pudding que hacía mi madre con pasas y piñones. Un pequeño cuadro de Goya. Los rasgos perfectos de aquellas niñas hindues que se ofrecían a los marineros. La arribada a Río de Janeiro. El recuerdo de unas navidades con mi hermana. La costa agreste de Tierra de Fuego. Todo Mozart. Una noche completamente solo en un poblado africano. Una pequeña playa en las Cíes.
Todo.
A cambio de algo parecido al amor.
Pero no.

No hay comentarios:

Publicar un comentario