el marino que perdió el mar

el marino que perdió el mar

domingo, 22 de julio de 2012

A veces...

A veces soy como aquel.
Que se siente.
Pertenecer.
A todas las razas.
Culturas.
Credos.
Dimensiones.
Un vagabundo.
Sin metas.
Sin más destino.
Vivir.
Sin más.

No se si es importante.
Es lo que hay.

Cada mañana.
Me reconozco.
En los ojos de mi amigo.
Mira al frente.
Si le preguntara.
Me diría.
Vivir.
Sin más.

Que se jodan los banqueros.
Que se joden los ojos.
Todas las noches.
Contando.

No se si algo es importante.
Es lo que hay.

Qué será lo más importante.
Entre lo más importante.
El me dice.
Quizás correr tras un gazapo.
El gran hueso.
Se conforma con poco.
O es mucho.
Parece decirme.

Esta noche cerraré otra página.
La historia continúa.
Mañana.
Quizás camine.
Buscando uno de los pies del arco de colores.
Tan real como todos nosotros.
Aunque no cotice en bolsa.
Pero no lo tengan en cuenta.
Eso son historias.
De vagos o de idealistas.
Para los que no hay sitio.
Ni impreso oficial.

No se si algo es importante.

Habrá alguien que pueda contestar.

Que me lo diga.
Que nos lo diga.
A todos.
A él también.
Que me espera.
Todas las mañanas.
Para que diga.
La palabra mágica.
Vamos.

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