Nunca nadie me regaló flores
Es curioso. Creo que en general la vida me ha tratado bien, y yo a la vida pero nunca a nadie se le ocurrió algo tan simple como mandarme un ramo de flores
O una sola flor
Pasada, pienso, la época de un machismo trasnochado, el regalo de flores es sinónimo de sensibilidad, de gusto, de cariño
Y quizás si es unicamente una única flor el presente alcanza una dimensión de intimidad y mismo amor
Creo que mi sino en esta vida está marcado. Esperaré a reencarnarme en alguien que pueda propiciar la proximidad a la flores o tendré que poner un letrero: prefiero flores a jamones.
No hay comentarios:
Publicar un comentario